Flores nº22 Colección Leonardo

Viciana Editorial
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9788881721214
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Flores de colección Leonardo.

Las flores que en tiempos remotos, antes de ser objeto de la investigación científica y motivo del arte, fueron consideradas amorosamente sagradas, aun hoy, no obstante el dominio de la tecnología, siguen conservando su significado simbólico, seguramente por la belleza multiforme que las caracteriza. Para consolarnos, no solo las hacernos participes de nuestras alegrías y penas, sino que también nos place simbolizar con ellas nuestros sentimientos más profundos. No en vano, las flores siguen siendo una fuente de inspiración para el arte, y particularmente para la pintura, que ha podido nutriese mayormente de las innumerables formas e inagotable variedad de colores que las distingue en cualquier momento del día

A los grandes pintores nunca les ha faltado la percepción de la ofrenda que las flores, en su sinfonía cromática, revelan en cada instante de su desarrollo cotidiano y estacional. Observar el mundo de una sola flor, con la arquitectura de sus tejidos y el despliegue de sus combinaciones policromas, nos lleva, se diría, a tocar con mano la insuficiencia de razones que la ciencia nos ofrece en el intento de explicarnos su lenguaje articulado en vibraciones de luz. Ese mismo lenguaje que el pintor, en la humildad del rapto, trata de reflejar sumamente en su obra, como queriendo robar su efímero esplendor y librarlo de la decadencia a que están destinadas las cosas terrenales.

Ahora bien, desgraciadamente es muy común considerar la pintura de las flores con una cierta suficiencia, como si fuera un tipo de arte menor, destinado más que nada a temas decorativos, y en todo caso relacionado solo con lo femenino.

 Se tiende a ignorar con demasiada facilidad que las flores han sido siempre una fuente de inspiración para el arte, aunque a veces de manera indirecta, y uno de los grandes motivos de internes para artistas de todos los tiempos. Por otro lado, se desestima el amor, la atención y el compromiso, el dominio de los medos expresivos que requieren el dibujo y la pintura de las flores.

Aun sin ir a los tiempos remotos en que el encanto de las flores se manifiesta incluso en la joyería bárbara, pensemos en las flores de la “Tañedora de laúd” y el “Muchacho mordido por un lagarto” de Caravaggio; en aquella cinta de flores que hay en el suntuoso vestido de la duquesa De Benavente pintado por Goya. ¿es que en nuestros días las flores han dejado de encantar a los maestros del color?, y ¿quién no recuerda, por ejemplo, los “girasoles” de Van Gogh? Incluso Degas, que no soportaba las flores en los comedores de los huéspedes, pinto algunas bellísimas. Por otra parte, si pensamos en el estilo modernista que floreció hacia el 1900 y aspiraba a una integración total del arte en la vida, ¡cual importancia tuvo la flor incluso en las artes aplicadas y la arquitectura! Vidrieras, mosaicos, cuadros, tejidos, estucos, grafitos y cerámicas… un triunfo del estilo Floral.

Y hoy más que nunca ¡cómo podrían un pintor, un decorador, un diseñador de tejidos o un publicista no interesarse en el dibujo y la pintura de las flores, la sonrisa más fascinante de la tierra! 

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MarcaViciana Editorial
Atributo_CintaNo Ribbon
MateriaFlores
IdiomaEspañol
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